Conversando entre flores: Esteban Ibacache, dueño de Rosalinda

Conversando entre flores: Esteban Ibacache, dueño de Rosalinda

“Nunca tenemos que dejar de entender que las personas, cuando regalan flores, lo hacen porque quieren, de alguna forma, expresar una emoción”

Esteban Ibacache es publicista de profesión. Podríamos decir que su vida ha estado ligada al mundo de las flores desde diferentes veredas, desde niño y como adulto. Hoy está cerca de cumplir 50 años, y su empresa Rosalinda, el negocio que maneja junto a su esposa, sigue en la constante búsqueda de potenciar lo floral y también abrirse al mercado de las plantas. Rosalinda es una florería online y hoy conocemos su historia y la de Esteban.

Mini cuestionario floral

¿A quién admira en el mundo de las flores? 

A mi papá.

¿De las películas o literatura sobre flores?

“14 de febrero” o “día de San Valentín”, es una película que trataba de una persona que trabajaba en una florería y mostraba las emociones de lo que se vive en ese día, y me sentí identificado. No es una gran película. 

¿Sinónimo de “flores”?

Cariño, amor.

¿En qué momento es indispensable regalar flores?

Cuando las personas tienen una pérdida, es el minuto más triste. Es donde no pueden faltar, es tan doloroso cuando las personas pierden a un ser querido, y en ese momento existen tan poquitos bálsamos, y eso es una forma de transmitir un sentimiento.

Si no hubieras sido florista, ¿qué crees que habrías sido?

Me gustaría producir flores, trabajar en la agricultura, la vinculación con las plantas. Hace 20 años cuando empecé esto me motivaba mucho, aún me motiva, pero el estrés diario del trabajo que implica esto… y a mí me gusta la pasividad del campo.

Tu flor favorita

Peonias, es la flor que me gusta más. Son lindas, son preciosas.

¿Cómo se llamaría tu campaña de publicidad floral?

Entregamos emociones”. Lo que debiésemos mostrar y cuando hacemos comunicación de nuestro negocio, las flores son para poder transmitir un mensaje, transmitir una emoción, ese es el corazón de nuestro servicio.

Lo que te diría tu papá 

Él está orgulloso del negocio que hemos construido, él se da cuenta un poco, que lo que él me mostró, está en mí. Cada vez que alguien le hace referencia del negocio, lo llena de orgullo, y a mí también me pasa que enorgullece que él se sienta orgulloso de mi.

El camino a crear Rosalinda

Al principio estaban las ganas, estaba la energía, era mucho más joven, entonces tenía las ganas de salir adelante con este emprendimiento y había que dedicarle mucho tiempo para que funcionara. En ese sentido fue desgastante, cansador. Ahora somos una empresa más consolidada, tenemos una base de clientes importantes, somos una empresa relativamente conocida, pero en un principio teníamos que formar eso, fue un arduo trabajo. Me había casado, y estaba en esta empresa (trabajo anterior), vi el nicho y lo empecé a trabajar en este negocio en el mercado, así que tomé la decisión de salirme de la empresa para afrontarlo más concretamente. En un principio trabajaba solo, subcontrataba el servicio de la elaboración de los productos, yo mismo hacía los despachos. Fue duro, mi señora trabaja en otra cosa, no estaba integrada al negocio. Después de algunos años que ya estaba funcionando el servicio, tomamos la decisión que trabajara conmigo. 

¿Cómo partieron?

Nos instalamos primero en el Terminal de flores, arrendábamos un local, es súper bueno estar ahí porque están todos los insumos, están todos los elementos para poder trabajar de forma cómoda, la frescura de la flor que se necesita. Estuvimos cinco años en el Terminal en distintas ubicaciones, ahí contratamos gente, choferes, diseñadores de flores, operarios, teníamos acceso a todos los proveedores de primera mano. Pero tomamos la decisión de salir de ahí, queríamos estar en un lugar más cómodo para nosotros. Si bien, no estamos lejos del Terminal, en auto son 5 minutos, hoy privilegiamos un lugar más grande para trabajar con cámaras de frío, bodega y tener un lugar para guardar los productos. Ahora trabajamos con ese esquema, somos una factoría, estamos recibiendo los pedidos, tenemos una sala de confección de productos y estamos en Santiago Centro.

¿Qué significó salir del Terminal de Flores?

Estar en el Terminal implica una serie de beneficios, por ejemplo, hoy no tenemos esa conexión con la flor de temporada que es importante, porque son las flores que están llegando, nos cuesta un poco eso, y al no estar en el terminal no tenemos esa información. En el fondo, cuando salimos del terminal fue el cambio más grande para nosotros, que tienen sus ventajas y desventajas. En ese momento sentí que ya teníamos una empresa consolidada, la capacidad para funcionar como una empresa más estructurada, con área de negocio, con funciones más determinadas, con personal con funciones específicas y para llegar a eso nos demoramos unos cinco años en construirlo. 

¿Cómo es trabajar con tu esposa?

Rosalinda es una sociedad con mi esposa, ella es mi compañera en este proyecto. Lo tenemos hace más de 15 años. Mi señora es ingeniero comercial y yo publicista, e hicimos un buen match para administrar el negocio de una mejor forma, cada uno aportados desde nuestras competencias, para compatibilizando también con nuestra vida familiar. Ese el núcleo de la empresa.

¿Cuáles son las dificultades de llevar el negocio en pareja?

Es difícil llevar una empresa con la pareja, porque los problemas del trabajo se los lleva para la casa y ese tipo de cosas. En general, ha sido una súper buena experiencia de trabajar en conjunto. Hoy tenemos áreas definidas donde cada uno trabaja y hemos logrado un buen ritmo de trabajo. 

Las flores desde chico

¿Qué significan las flores para ti?

Yo soy de una familia de floristas, es una de las razones por que estoy metido en este rubro. Mi padre era comerciante de flores mayoristas de los más tradicionales. Hasta hace 20 años atrás el comercio de flores en Chile era puras flores nacionales. Yo soy de La Cruz, quinta región, mi papá cultivaba flores de distinto tipo, claveles, crisantemos, que era la flor que se vendía en esa época y tenía un local comercial en el Terminal de las Flores, yo lo ayudaba. Desde chico lo acompañaba, desde el cultivo de las flores lo hacía con él, cortar o empaquetarla y después, en el comercio, también de ayudar a venderlo.

¿Qué recuerdos tienes de esa época?

Me acuerdo de esa época de cortar las flores en pleno invierno, mojado entero por la lluvia, era muy sacrificado, era vida de campo. En el verano cortando a pleno sol. A mí me gustaba hacerlo, era un sacrificio, pero satisfactorio. Somos tres hermanos, mi hermana más pequeña era muy chica, pero con mi hermano ayudábamos con trabajo a mi papá. Me acuerdo que cortábamos fresias, alelí, gladiolos, crisantemos, claveles, reinas y las cosechábamos.

¿Y qué pasó después?

Dejé de trabajar con mi papá, y cuando egresé de la carrera, entré a trabajar a una empresa de internet, era muy inicial en esa época. Cuando entré a esta empresa recién estaba surgiendo el comercio electrónico y vi la oportunidad de comercializar los productos que conocía de toda mi vida.

Rosalinda, entregamos emociones

¿Cómo definirías Rosalinda?

Nosotros somos una empresa que ponemos atención en nuestro servicio, queremos entregar un servicio que sea cómodo para las personas y que lo accedan a través de una plataforma clara, que sea transparente para el cliente, que no encuentre elementos difíciles de entender. Nosotros vendemos un producto que lo presentamos a través de una plataforma digital, luchamos por mucho tiempo con esta situación. No es lo mismo vender un teléfono que tiene características muy definidas y estándar a vender flores que son productos vivos, la composición de los productos no son siempre iguales, entonces tratamos de tener una estructura de venta de mostrar de forma concreta con lo que realmente las personas reciben. Nosotros somos una empresa que uno de sus valores está ahí, en tratar de ser muy honesto, en tratar de entregar los mismos productos que compraron.

De la web a la casa

Para nosotros es clave eso, es uno de nuestros principales valores, es decir, usted está viendo un producto que se muestra en la web y es exactamente de forma muy concreta lo que va a llegar. Por eso lo apoyamos con imágenes de la entrega real del producto. Somos una de las pocas florerías que hacemos esta correlación. Las flores hay que presentarlas bellas, y a veces pasa que por la web se muestra cada cosa y que después lo que llega no concuerda con eso, y para nosotros es fundamental.

¿Cómo funciona Rosalinda?

Otra parte de nuestro negocio, que para mí es importante, es nuestra plataforma de venta rápida y cómoda. Nunca tenemos que dejar de entender que las personas, cuando regalan flores, lo hacen porque quieren de alguna forma expresar una emoción de algo. Las flores son eso, lo tenemos reflejado en nuestro eslogan, que es “Entregamos Emociones”, porque en el fondo es un sentimiento que nos importa que se cumpla. Las personas utilizan las flores para comunicarse con otras personas y entregar un mensaje, y este mensaje lo hacen a través de las flores, y esa situación tenemos que interpretarla y tratar de cumplir con ese objetivo, eso nos motiva, y es lo que más me gusta de trabajar con flores, siento que nos estimula, porque es gratificante cuando las personas a través de un servicio nuestro logran decir algo importante.

¿Cómo trabajan las emociones en el trabajo?

El tema de las emociones es parte de cómo se trabaja acá, igual los contacto que tenemos son digitales porque las personas compran por esa vía y también nos llaman por teléfono, pero donde tenemos más interacción y donde tenemos esta carga de emociones es en la entrega, es el momento cúlmine, es donde las personas se sorprenden. A veces es un compromiso, es tan gratificante esa situación. Yo hago poco reparto, pero cuando lo hago me gusta esa energía de cuando las personas se ven sorprendidas.

¿Te ha pasado hacer alguna entrega cuando el motivo es pedir perdón?

Sí, absolutamente, nos han pasado muchos casos. Es algo bien común, es una de las razones por las que hartos envía flores.

Entonces, ¿cuáles son las principales razones por las que solicitan flores?

Por ejemplo, el pedir perdón es una típica, también tenemos una pareja que está conociéndose, el enamoramiento inicial. A mí lo que más me sorprenden son las personas que envían productos sin remitente, yo no los entiendo, enviar flores de forma anónima, porque para las personas que reciben es muy incómoda esa situación. Entonces, nosotros nos debemos a nuestros clientes a las personas que compran y por eso somos bien estricto con eso, es un envío anónimo, es sagrada esa situación. Eso no es tan agradable de poder manejar, porque a veces la persona que recibe nos exige, y muchas veces quedamos en el medio.

¿A qué se debe el nombre Rosalinda?

Es un nombre funcional, es un nombre que creemos que tenía que ser. Soy publicista, trato de ver un nombre que tenga recordación. Cuando empezamos, trabajamos en un inicio mucho con rosas, ahora tenemos mix de flores. Hoy la gente nos reconoce, pero nos encasilla dentro de un tipo de florería, pero es difícil salir de ahí. Es un buen nombre, nos gusta, pero es meramente comercial. Antes nos llamamos eflores, y decidimos llamarnos Rosalinda, porque en ese momento nos reflejaba mejor, ya que vendíamos hartas rosas en caja.

¿Cuántas personas trabajan en Rosalinda?

Ahora somos 16 personas, tenemos cinco repartidores fijos. El reparto para nosotros es fundamental para el servicio que entregamos, y tenemos un factor diferenciador. Hay otras florerías que subcontratan este servicio, pero para nosotros pierde el sentido del servicio. Es importante para nosotros, no queremos perder el control de lo que estamos entregando. Las flores son delicadas y difíciles de transportar, entonces son susceptibles al calor, al movimiento, los arreglos de flores tienen que tener un sistema de transporte adecuado, entones es parte fundamental entregar un servicio de buena calidad. Por eso nosotros lo hacemos directamente, es un valor de nuestra empresa, y es una de las cosas que hacemos muy bien, en el sentido de que las personas cuando compran tienen ciertas condiciones con el horario, y es parte de las condiciones, nosotros ofrecemos un set de alternativas y somos riguroso de cumplirlas.

Las dificultades que han atravesado

¿Cuál ha sido el episodio más difícil de este camino?

Los últimos años han sido lo más duros porque ha habido muchos problemas externos. Después del estallido social fue complejo de sobrellevar por bajas en las ventas, y con los problemas de los mismos trabajadores que pudieran transportarse. Luego, la crisis con el Covid. Tuvimos que reducir nuestras operaciones después de estos dos episodios, no teníamos la capacidad de resolver la cantidad de pedidos.

¿Hubo temor a la quiebra?

Sí, es un mercado competitivo, hay muchas empresas que quieren destacar. Hay que mantener mucho esfuerzo en mantenerse vigentes, siempre está el temor, pero sumando y restando, hemos tratado de sobrellevar estos vaivenes, y creo que ahora la situación está más calmada y, por lo menos, ahora se puede trabajar. 

¿Cuál es tu opinión de la industria floral en Chile?

Nosotros nos proveemos gran parte de flor importada y el mercado se maneja mucho de esa forma. Hay muy poquitos proveedores grandes de flor nacional. En la producción de flor nacional no hay actores grandes que cumplan con los estándares de calidad adecuado, son pequeños agricultores que comercializan, con bajas producciones y tipos de flores muy puntuales, eso falta trabajarlo en Chile. Siento que falta mucho, sería bueno que la industria nacional entienda el valor de la flor producida en Chile. Soy bien crítico en eso, sobre la flor que se consume en el mercado nacional, que es una flor de procedencia extranjera, es importada, y tiene una huella ecológica muy grande. Asimismo, que la flor que se comercializara en Chile tuviera un menor costo asociado a la producción y al transporte, las personas no logran entender cuando se recibe un ramo de flor. Pero tiene que ver también con un cambio de mentalidad de las personas que consumen la flor. 

¿Cuál es el futuro de Rosalinda

El tema de las flores nos gusta harto y hoy lo estamos mezclando con el tema de las plantas. Ese es un tema interesante y que nos gustaría proyectar. De a poco lo hemos incorporado en nuestro catálogo, tiene algunas cualidades que me gustan harto, pero juegan un poco en contra de las flores, porque son elementos vivos. Las flores tienen muchos detractores, y es que es algo que va a morir. En cambio, las plantas tienen un componente más sustentable, por decirlo de alguna forma. Nos interesa esa área, el tema de las plantas está muy en boga y nos queremos integrar a él.

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