Enero y febrero: los complicados meses para la industria de las flores

Enero y febrero: los complicados meses para la industria de las flores

Durante el verano, el mercado de las flores sufre una baja en sus ventas y los movimientos propios del negocio. A raíz de esto, entrevistamos a diferentes actores para que compartan sus experiencias e iniciativas sobre su planificación en esta época del año.

Alejandra Vallejos, Gerenta Comercial de Valleflor, empresa familiar que inició sus actividades en 1981, en el fundo Santa Marta, ubicado en el valle de Longotoma, V Región.

“Para nosotros enero es un buen mes, no baja mucho las ventas, la verdad no tenemos grandes planificaciones, sino lo mismo que tenemos todo el año, es decir, seguir con la producción lo más que podemos. No bajamos la producción por ser enero, pero hay cosas que naturalmente bajan, dependiendo de la variedad de la flor. Por ejemplo, las alstroemerias bajan la producción naturalmente, por el calor, pero sí podemos producir lisianthus. Por la época, nuestra programación es dependiendo de la flor. Siempre tratamos de tener lo máximo que nos permita el clima, como somos productores tenemos que proveer al resto, no planeamos bajar producciones, se da naturalmente.

La verdad es que, según nuestra experiencia, hay flores que solo se dan en verano, la mayoría en primavera-verano. Otras se fuerzan, por ejemplo, a través de los invernaderos en invierno.  Las rosas son de verano, se producen de octubre a mayo o junio, luego no se producen. La mayoría de las flores son de verano, a pesar de la baja demanda, pero no es demasiado. No botamos tantas flores. Hay variedades que terminan perdiéndose porque no se vendieron, porque hay mucha oferta o porque la mayoría tiene. En esta época hay mucha producción de lilium”.

Henry Casa, ecuatoriano, vive hace 12 años en Chile y es Gerente General distribuidora de flores Puerto Varas.

“Enero y febrero son meses flojos, también la gente no se quiere arriesgar. Se planifica para todo el año, entonces con los proveedores conversamos que en enero y febrero va a bajar la cantidad, y se reduce un 50% traer flores importadas. Se entiende que enero y febrero es mucho calor, entonces se tratan de tomar medidas previas con el cliente, además que se opta por pedir menos flores para sus negocios”. 

Guillermo Feuereisen, Country Manager de Flores Silvestres, empresa colombiana silvoagropecuaria dedicada a la producción y comercialización de Flores 

“Desde el punto de vista del importador, tenemos una estacionalidad en el consumo del producto propiamente tal, ya que se producen estas bajas demandas, mejor dicho, bajo consumo de producto importado por distintas situaciones. Por ejemplo, en general, en enero y febrero muchos floristas o muchos mayoristas salen de vacaciones, y eso hace que baje el consumo. Entonces, ¿qué es lo que hacemos nosotros? Dado que tenemos una estadística del comportamiento del consumo del todos los meses, sabemos que estos meses son un poco más bajos, nos preparamos para traer menos productos al mercado nacional, y eso es básicamente porque al bajar la demanda no me puedo quedar con un “sobre inventario”(es cuando el nivel de materiales excede la demanda), ya que el producto es perecedero, se deteriora y tiene que ser de rotación rápida para poder mantener las cualidades y características del producto en su plenitud y no entregar al cliente una flor de mala calidad. Disminuimos la cantidad de productos que nosotros traemos en esos meses. Para eso nosotros tenemos que planificarnos con tiempo, yo no puedo decir de la noche a la mañana, que voy a traer uno o dos contenedores menos porque esto es una cadena que se está produciendo. Todo esto tiene una planificación de acuerdo de la demanda de los mercados tanto de Chile, como de Estados Unidos, lo mismo con Europa y Asia, así funcionan las empresas productoras y también las receptoras, en este caso, los importadores.

Una de las acciones que hacemos en esta época es que planificamos las vacaciones con el fin de poder coordinar y no dejar un área coja.

Otros meses flojos durante el año, yo te diría que, en el mes de mayo, después del día de la madre, baja la demanda de producto para el importador porque sale la flor nacional y eso tiene un costo menor en relación a la flor importada. Y en junio, también dependiendo del tiempo. Y esas fechas se suman a enero. El resto del año tiene su comportamiento bastante parejo, en términos de estabilidad”.

Tiare Sandoval, socia fundadora de la empresa de arreglos florales Euanthus

“Generalmente un florista normal toma sus vacaciones en enero para llegar full en febrero, a no ser que termina el día de los enamorados y ahí se toman las vacaciones. Pero, generalmente, enero es un mes muy malo, entonces la mayoría de los actores de la industria de las flores pensamos que enero es un mes muy bajo y más que nada se junta el capital para sobrellevar el 14 de febrero que es grande”.

Martín Ramírez, presidente de Flores de Ocoa, empresa familiar de más de 40 años que produce y comercializa flores.

“Nosotros asumimos que enero y febrero van a ser meses malos, lo tenemos costeado, lo tenemos programado en nuestro flujo, en nuestras proyecciones, pero hacemos algunas iniciativas que nos ayudan a mejorar esos resultados, por ejemplo, con promociones. Bajamos los niveles de compra para disminuir las mermas y bajamos la exposición de flores en los locales para que la flor tenga mayor rotación y evitemos la merma. En enero y febrero duplicamos lo que normalmente mermamos. En una proporción aproximada, si la merma es 5 en los otros meses, en enero es 10. Generalmente son meses más bajos porque la gente está de vacaciones, y no están en Santiago, donde están nuestros puntos de venta. Entonces, al bajar la cantidad de personas en la capital, sobre todo los fines de semana, la gente, al estar moviéndose, no compra flores. Imagínate si alguien sale de vacaciones un jueves no va a comprar flores un martes. Ese concepto hace que las ventas de flores bajen, es la poca demanda que existe”.

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